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No cabe duda que el mejor legado que nos dejaron los conquistadores
fue su idioma escrito, nos narran sus proezas desventuras, maniobras, hechos,
etc; estos viejos documentos nos dan una ideas más clara de cómo
vivían, pensaban y actuaban en siglos pasados, estos papeles, se
fueron almacenando poco a poco, y con el tiempo, se convirtieron en el
néctar de los historiadores y curiosos en lo acontecido en nuestra
ciudad a través de los tiempos.
El origen del actual Archivo Municipal fue hace mucho tiempo atrás,
pues hay que tener en cuenta que somos el fruto de cuatro fundaciones y
en cada una de éstas, se escribió del asunto, las fundaciones
fueron: Nochistlán en 1530, lugar árido y nada agradable;
Tonalá en 1533, aquí Nuño Beltrán de Guzmán
corrió a las personas fundadoras, porque el quería esa
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población para instalar la sede de su marquezado como lo tenía
Hernán Cortéz, el cual ostentaba el título de Marquez
del Valle de Oaxaca; Tacotlán en 1535, ahí guerrearon con
los indios y, por último, Tetlán el 14 de febrero de 1542.
A raíz de la definitiva fundación de Guadalajara, el 15 de
febrero de 1542, el virrey Antonio de Mendoza acompañado de los
españoles, colocó la primera piedra de las primeras casas
consistoriales construidas de "adobe, bajas, de primer suelo, sin
tener altos, por ser el suelo muy seco y sin humedad alguna"; estas
primeras casas, se situaron en las actuales calles de Morelos y Angela
Peralta.
En sí, hubo en la historia de la ciudad cinco casas consistoriales
o municipales, las segundas se erigieron provisionalmente donde hoy está
el Palacio de Gobierno (mitad norte), aquí estuvieron del 1 de enero
de 1561 al 22 de noviembre de 1655, también ocuparon cerca de nueve
años un sitio rentando (las casas de los Balbuena), por que estaba
construyendo el Palacio de Gobierno.
Las terceras casas estaban situadas más o en la esquina de Morelos
y Liceo (Hoy Plaza de la Liberación), aquí radico el Ayuntamiento
269 años, 3 meses y 14 días; las cuartas estuvieron en el
Palacio Episcopal, aquí se acentaron desde el 15 de septiembre de
1915 al 31 de julio de 1948; las quintas estuvieron en una finca situada
en la calle Belén No. 120, desde el 1 de agosto de 1948 a diciembre
de 195l .
En esta finca estuvo el Ayuntamiento provisionalmente por que iba a ser
destruido el Palacio Episcopal para construir el actual Palacio Municipal.
El 12 de diciembre de 1952 se iniciaron las labores de traslado del albergue
del Cabildo (Belén No, 120) al hoy Palacio Municipal; también
hay que contar que la Real Audiencia, que antes estaba en Compostela, se
vino a radicar a Guadalajara, iniciando sus funciones el 7 de enero de
1561 y en 1655 cambian de lugar. En todo este va y ven de lugares, era
lógico que se maltrataran, perdieran y desordenaran los muchos documentos;
el señor Francisco Lomelí contaba que, cuando estaban en
Belén No. 120: "Los que materialmente cargaban los expedientes,
para no caminar y recorrer escaleras, desde el balcón, por vía
aérea, al piso de transporte; bulto que no recibían a tiempo,
no era recuperado porque se mezclaban los documentos que habían
tenido también mala fortuna", ya en su nuevo local en el Palacio
Municipal (en la parte sur del sótano), hubo un nuevo problema,
la mucha humedad comenzó a perjudicar los documentos. La ciudad
siguió creciendo junto con los documentos para archivar, así
que se trasladó el Archivo a la Av. Alcalde No. 924, el 20 de noviembre
de 1964, en un edificio construido por el Arq. Eduardo lbáñez,
esta fue la primera vez que el Archivo estuvo en distinto techo que la
autoridad municipal.
En este nuevo local, rápidamente se llenaron los tres salones con
sus tres niveles de documentos, tomando en cuenta que también llevaron
documentación a bodegas improvisadas. Cada año las concentraciones
de papeles de las distintas dependencias municipales ocupaban mucho espacio,
con decirles que la bodega No. 14 del sótano del Palacio Municipal
quedó repleta. Esto ocasionó la gran urgencia de tener otro
local adecuado para el Archivo, después de analizar las muchas necesidades
del Archivo, se le encomendó al Arq. Ignacio Díaz Morales
que hiciera el proyecto de tan ansiada construcción; el 21 de junio
de 1982 se firma el proyecto por el Presidente Municipal Arnulfo Villaseñor
Saavedra, Secretario General y Síndico, Lic. Heriberto Villaseñor
Morales; Director de Obras Públicas, Ing. Laurentino López
Muñoz; Tesorero Municipal, Lic. José H. Lavalle Soler y el
Arq. Ignacio Díaz Morales.
Se escogió un amplio predio del fraccionamiento Residencial Victoria
(Esmeralda No. 2486), dio principio la fábrica en agosto de 1982
y a mediados de diciembre del mismo año se suspendieron las obras,
por el cambio de administración Municipal; se concluyó la
construcción en el siguiente Ayuntamiento. Este edificio tiene una
torre con seis niveles y sótano, los muros son dobles o triples
para que no permitan la humedad y la temperatura es constante, para una
mejor ayuda en conservar los documentos; la entrada principal da a un patio
con fuente y amplios corredores, con acceso a la librería y directorio,
el área administrativa, biblioteca, sala de investigadores y salones
de juntas.
También cuenta con un salón para exposiciones, un auditorio
con 140 butacas, entrada para descargar las remesas y otra que va directamente
al andén cubierto, como entre otras cosas. Se trasladaron los primeros
documentos al edificio el 14 de julio de 1984 y el inicio formal de labores
fue el 6 de diciembre del mismo año; el 16 de noviembre de 1985,
"El Estado de Jalisco" periódico oficial, publicó
el Reglamento del Archivo Municipal de Guadalajara, el cual consta de seis
capítulos y 37 artículos que garantizan la conservación
de los documentos. Además norma la organización que los perpetua
como patrimonio de la ciudad. El señor Salvador Gómez García
dijo que este Archivo Municipal tiene, "el firme propósito
de que este valioso y abundante acervo documental será ordenado
conforme a reglas y sistemas prácticos, para que sea útil
y por consiguiente respetado por generaciones". Las primeras piezas
de documentos que tiene este Archivo datan de 1531 y dicen: "Unos
despachos expedidos por Nuño Guzmán desde la Villa del Espíritu
Santo, fechados el domingo 3 de diciembre de 1531, dando instrucciones
a Juan de Oñate de apaciguar la región de Teúl y fundar
una Villa inmediata a Nochistlán, porque es vasto territorio adquirido
no tenían centro de operaciones".
El Archivo Municipal tiene una rica y variada documentación,
para las muchas investigaciones de lo acontecido en la historia de nuestra
leal ciudad a través de los años, pozo de agua que sacia
la sed de la mucha curiosidad de los tapatíos, para conocer a fondo
a esta Perla de Occidente, nuestro hogar.