Trece años antes que en México y diez después
que en Guanajuato, Guadalajara comenzó con la observación
metereológica y astronómica diaria en 1874, cuando el profesor
Lázaro Pérez, químico y naturista de profesión,
estableció un observatorio en su casa habitación, localizada
en la calle Santa Teresa (hoy Morelos) a dos cuadras al poniente de catedral;
este observatorio duró en la finca hasta 1885. En el Hospital Civil
de Belén, estando como director Perfecto Bustamantes, se fundó
otro observatorio en 1887, el cual estuvo en servicio hasta 1898 y era
atendido por estudiantes entrenados para ello.En tiempos de la gubernatura
de Ramón Corona se hicieron los planos para la erección de
un observatorio en la Escuela de Ingeniería, que se encontraba en
el antiguo Colegio de San Juan (hoy cine Variedades), pero el asesinato
del gobernador hecho por Primitivo Ron, modificó el proyecto a sólo
una adaptación.
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Pero en 1890 quedó por fin fundado el Observatorio del Estado
a iniciativa del ingeniero Agustín Pascal, quien fue su director.
Este observatorio funcionó hasta 1899, reapareciendo en 1901,
pero en vez de radicar en la Escuela de Ingenieros pasó a los altos
del Teatro Degollado, en uno de sus balcones de la última fila por
la parte norte.
Ya en el Degollado, fue regenteado primero por un señor de apellido
Nieto y después por un personal muy competente, bajo la dirección
del ingeniero J. Enríquez. El observatorio del palco del teatro
pasó a la azotea del mismo en 1906, porque se le equipó con
aparatos nuevos y modernos, y ahí tuvieron la asesoría del
ingeniero Manuel E. Pastrana, director del Observatorio Central de México.
En 1913, pasa del Degollado a su antiguo local de San Juan a la ya fundada
Escuela Libre de Ingenieros, estuvo en servicio hasta 1925, porque se le
incorporó a la Universidad de Guadalajara, el Observatorio del Estado
y pasó a ocupar un local, en aquel tiempo, a las afueras de la ciudad
(junto a los Arcos). El clero establece un observatorio en 1903, en el
edificio del Seminario Mayor (hoy XV zona militar).
El encargado de instalar los aparatos metereológicos y astronómicos
en el techo de este edificio, fue el Pbro. Severo Díaz; este centro
de observación duró hasta 1914, cuando el gobierno constitucionalista
tomó posesión del inmueble, transformándolo en cuartel.
Aproximadamente entre los años de 1890-1891, se instala un observatorio
en el Palacio de Gobierno, siendo atendido en forma muy deficiente, según
nos cuenta un documento de antecedentes que tiene el actual Instituto de
Astronomía.
El Instituto de Astronomía y Metereología (a un lado de
los Arcos), fue edificado en 1926 durante el gobierno de José Guadalupe
Zuno, tiene un área de tres mil metros cuadrados y sólo 784
metros cuadrados de construcción. Tiene además el honor de
ser la primer dependencia que tuvo la Universidad de Guadalajara.
Este centro de investigación ha estado día y noche en el
estudio del cielo y los fenémenos naturales, prácticamente
desde su fundación. El edificio se encontraba en aquellos tiempos
fuera de la ciudad, puesto que Guadalajara llegaba aproximadamente hasta
el cruce de Av. Enrique Díaz de León y Vallarta; a finales
de los 30's los únicos edificios construidos eran este observatorio,
el Club Campestre o Country Club y pocas residencias de los tapatíos
que buscaban soledad y silencio.
Estaba rodeado de llanos sembrados de maíz, donde sólo
se vislumbraba la carretera Panamericana, la México-Guadalajara
y la de Barra de Navidad-Guadalajara; el único medio de transporte
que llegaba hasta ese "apartado lugar", era un tranvía
que era casi exclusivo para el servicio de los socios del club.
A este bello edificio que alberga al instituto, se le dotó con un
telescopio fabricado en Londres a principios de siglo; este instrumento
se lo compraron al ingeniero Salvador Ugarte y es de 12 centímetros
de diámetro (5" de apertura). Este telescopio refractor se
bajó hace cinco años y ahora se encuentra en exhibición
dentro del mismo edificio, junto con un barógrafo fabricado por
la firma Jules Richard, de París y data de principios de siglo;
también está un bello barómetro hecho en Londres,
un reloj sideral con péndulo de mercurio también de fabricación
inglesa y otro barómetro.
Desde la inauguración del observatorio, estuvo como director
el Pbro. Severo Díaz, el cual llevó la batuta de esta institución
hasta el 14 de septiembre de 1956, día en que falleció. Continuó
el trabajo del padre Díaz el licenciado Arie Villegas, le siguió
el profesor Pablo G. Franco hasta su jubilación en julio de 1975.
En 1976 le tocó el turno al ingeniero Enrique Flores, hasta el 30
de mayo de 1992.
De mayo a septiembre del mismo año estuvo a cargo del instituto
el doctor Francisco Villalpando Ibarra y el 15 de septiembre de 1992, quedó
este observatorio a cargo del señor Rogelio García Castro,
secretario del instituto y encargado del despacho y hoy, es atendido por
Valentina Davidova. Este inmueble tuvo una reestructuración muy
importante en 1986, ya que los temblores de septiembre de 1985, provocaron
que algunas columnas sufrieran coarteaduras y se consideró de alto
riesgo mantenerlas de esa manera; así que se le dio paso a fortificar
el edificio y también se le construyó un entresuelo para
aprovechar al máximo el espacio de las oficinas y despachos.
En este tiempo, prácticamente la mancha urbana se tragó
a este instituto y es difícil observar las estrellas, porque la
gran contaminación del aire, las luces artificiales, etc., no son
propicias para la investigación sideral. Por este problema, la observación
de cielo la llevan al cabo con telescopios portátiles, que sitúan
a las afueras de Guadalajara. Lo que se refiere a la meteorología,
este instituto posee una computadora que sirve para obtener imágenes
metereológicas vía satélite, las cuales van sacando
cada media hora para tener un análisis claro de los cambios atmosféricos
en el país.
Por el problema de ya no poder observar a un 100 por ciento el cielo,
se ha construido un observatorio en Cuxpala (municipio de Tala), en un
terreno donado por el ayuntamiento durante el gobierno de Flavio Romero
de Velasco. Actualmente este inmueble ya está terminado. Este nuevo
observatorio alberga un telescopio (pesa tonelada y media) Schmidt-Cassegrain
con espejo de 62 centímetros (el mayor del occidente de México)
y montura de yugo. Realmente resulta interesante saber que este observatorio,
va a ser el primero en la República que trabajará con energía
solar.