Tomó el nombre de Aranzazú, porque cuando se le apareció
la Virgen a un pastor vasco, éste le preguntó: ¿Aranzasúa?,
que significa: ¿"Tú en mi espino?". Esta iglesia
formó parte del gran conjunto del Convento de San Francisco y se
construyó gracias a la ayuda de la familia Basauri.
La construcción estuvo a cargo de Fray Pedro Iñigo Vallejo
y fue levantada por los años de 1749 a 1752. Tiene un pórtico
dórico, de hornacina barroca que alberga a una escultura de la Virgen
de Aranzazú; el frontis lo corona una bella espadaña y tres
ventanas de arco de medio punto y tiene grandes medallones de santos.
La nave de bóveda de nervadura y contiene tres excelentes retablos,
el mayor posee las imágenes de la Virgen de Aranzazú, San
Joaquín y Santa Ana,
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